Pero con irregularidades y ausencia de mantenimiento preventivo. El Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad realizó una encuesta para determinar la opinión de los ciudadanos con respecto a la calidad del servicio de alumbrado público.
La concesión del servicio de luminarias se realizó en 1997 y vencía en el año 2002, sin embargo fue prorrogándose la adjudicación. De esta forma todavía se encuentran vigentes los pliegos utilizados en la licitación de 1997, con el agravante de haber dejado sin efecto el Mantenimiento Preventivo sobre Instalaciones, siendo responsabilidad de la empresa únicamente el mantenimiento correctivo.
En la encuesta que dio a conocer el director del Ente, Julio Balbi, se puede observar que la ausencia de un mantenimiento preventivo que implique ajustes periódicos y recorridos semanales, incrementa el nivel de insatisfacción por parte de los vecinos, quienes deben ingresar en un circuito de reclamos para ver materializada la prestación. Prevenir las fallas antes que repararlas una y otra vez a partir de un reclamo recibido, incrementa el nivel de satisfacción por el servicio que reciben y por el cual pagan los vecinos.
La ciudad de Buenos Aires se encuentra dividida en cinco zonas, cuatro concesionadas a empresas privadas y una a cargo del Gobierno porteño. Casualmente en esta zona (Villa Riachuelo, Villa Soldati, Mataderos, Parque Avellaneda y Liniers sur) los vecinos opinaron que no hubo cambios importantes en lo que respecta a las luminarias.
Según la consulta también se puede analizar que un servicio que se preste en tiempo y forma, conforme los pliegos, sólo indica que se ajusta a lo diseñado por los funcionarios, pero no significa que responda a lo que los vecinos esperan. “Por ello, para saber si un servicio público tiene calidad, la información se debe buscar entre los ciudadanos y no en la organización que lo planifica y lo ejecuta”, aseguró Balbi.
El sondeo mostró además que para el 86 por ciento de los consultados una buena iluminación provee sensación de seguridad, mientras que un 59 por ciento opinó que disuade el accionar de los ladrones. Por otro lado, el 50 por ciento opina que contribuye a evitar tropezones y caídas.
Balbi concluyó afirmando que “un servicio tiene calidad cuando se ajusta a las necesidades y expectativas de los usuarios, y cuando se ejecuta de acuerdo a las normas”.