miércoles, 22 de agosto de 2007

jueves, 2 de agosto de 2007

Posición de Julio Balbi frente al aumento de las Tarifas de Taxis

Hoy por la tarde varios medios de comunicación difundieron las declaraciones del director del Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad en la audiencia pública donde se discutió el aumento de las tarífas de los taxis. Ustdes pueden ingresar a los siguientes sitios para informarse de la posición adoptada por el Dr. Julio Balbi.

http://www.clarin.com/diario/2007/08/02/um/m-01470140.htm

http://www.perfil.com/contenidos/2007/08/02/noticia_0038.html

http://www.minutouno.com/1/hoy/article/Bajada-de-bandera:-viajar-en-taxi-costará-19%-más%5Eid_41105.htm

http://www.noticiasurbanas.com.ar/info_item.shtml?sh_itm=1ec3a94642efaa15fc4bda31bce550fe

http://adnciudad.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1867&Itemid=1

lunes, 23 de julio de 2007

DEBATE: TRENES MÁS ACCIÓN DEL ESTADO

Viernes 20 de Julio de 2007


*Dr. Julio Balbi-Dir. Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad
El próximo 29 de agosto se cumplirán 150 años del viaje inaugural del Ferrocarril del Oeste, nuestro primer ferrocarril. Su recorrido comenzaba donde actualmente está ubicado el Teatro Colón y terminaba en Floresta. Posteriormente y con participación del Estado provincial, llegó con su tendido hasta Chivilcoy.
La ciudad de Buenos Aires albergaba 100.000 habitantes por ese tiempo. El acto inaugural fue presidido por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Valentín Alsina, y entre los invitados de este primer viaje se encontraban Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. Este ferrocarril fue el único caso en que sus emprendedores asumieron el riesgo de sus inversiones y el Estado asumió su responsabilidad estratégica.Podríamos adivinar la expresión consternada del gobernador Valentín Alsina o de Jaime Llavallol como inversor privado nacional, ante el estado actual del servicio público de trenes y subterráneos.

Ha quedado para quienes reivindicamos la memoria, el recuerdo de la perversidad y daño que provocaron la privatización de este servicio público en 1890 bajo la presidencia de Juárez Celman o un siglo después bajo la presidencia de Carlos Menem.No hay solución si no es el Estado quien asume la responsabilidad de articular respuestas al problema. El proyecto con tratamiento parlamentario de creación de dos sociedades del Estado como son las de Administración de Infraestructuras Ferroviarias y la Operadora de la Red Ferroviaria resulta un paso importante en ese sentido.

Los subsidios a las actuales concesiones privadas de algo más de 1.000 millones de pesos anuales exigen una mayor participación estatal para mejorar un servicio público que, sometido a la voracidad de los privados, está muy lejos de satisfacer la calidad que merecen los usuarios. La sanción de este proyecto de ley puede significar una salida racional desde la gestión pública, en tanto se sume el compromiso de poner en valor el sentido de pertenencia e identidad que representa para todos nosotros un proyecto nacional.

lunes, 25 de junio de 2007

Nota de Seguridad en Diario Perfil LUNES 25 DE JUNIO 2007

SOCIEDAD
SIETE DE CADA DIEZ SE SIENTEN INSEGUROS
A los porteños les preocupa más un robo a mano armada que un secuestro extorsivo
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0184/articulo.php?art=1840&ed=0184

Un sondeo de la agrupación Espacio Plaza, que consultó a 1.200 habitantes de la Ciudad, reveló que siete de cada diez porteños se sienten inseguros. Esa sensación la tiene el 97 por ciento de los consultados que vive en el barrio de Saavedra, donde la sensación de inseguridad es la más alta de toda la Ciudad; el índice más bajo se registró en los vecinos de Belgrano, con el 57 por ciento. El delito que más preocupa a los consultados es el robo a mano armada en la calle, por sobre la violación, la toma de rehenes, los secuestros o la conducción irresponsable de un vehículo.
RODOLFO PALACIOS
2007-06-25 01:09:49

Por encima de la violación, los asaltos con toma de rehenes, los secuestros extorsivos o la conducción irresponsable de un auto, el problema de seguridad que más les preocupa a los porteños es el robo a mano armada en la calle. Los datos son elocuentes: siete de cada diez habitantes de la Ciudad se sienten inseguros. Las mujeres y las personas mayores de 60 años son quienes más sufren esa sensación, que aumenta en los barrios más cercanos al conurbano bonaerense.

Los datos surgieron de un sondeo confeccionado por la agrupación kirchnerista Espacio Plaza, que entrevistó a 1200 ciudadanos habilitados para votar ayer, residentes en los 48 barrios porteños. El 45 por ciento de los consultados no estaba al tanto de la consulta popular que había propuesto el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, para preguntarles a los habitantes de la Ciudad si estaban de acuerdo con la creación de una policía porteña. El referéndum no vinculante, que se haría en las elecciones presidenciales de octubre, iba a realizarse ayer, pero Telerman dio marcha atrás a pedido de Mauricio Macri y Daniel Filmus, los candidatos que se enfrentaron en el ballottage.

Según el informe, al que tuvo acceso PERFIL, el 97 por ciento de los habitantes del barrio de Saavedra se siente inseguro (ver recuadro). Le siguen los vecinos de Constitución y Barracas con el 85 por ciento y Villa Devoto y Floresta con el 84 por ciento. Los residentes del barrio de Belgrano son los que tienen la menor sensación de inseguridad: el 57 por ciento. Como conclusión principal se destaca que el 70 por ciento de los porteños se siente inseguro; sólo el 17 por ciento seguro y el 13 por ciento restante se mostró indiferente. Las mujeres se sienten más inseguras (79%) que los hombres (60%).

Delitos más temidos. El problema de inseguridad que más preocupa a los porteños, según la consulta, es el asalto con armas en la vía pública. Así lo afirmó el 66 por ciento de los consultados. Le siguen, en índice de relevancia, los robos sin armas en la calle (59%); los asaltos en domicilios con toma de rehenes (54%); violación/ataques sexuales (45%); robos domiciliarios en ausencia del morador (42%); patotas (40%); secuestros extorsivos (37%) y robo en transporte público (31%). Estos porcentajes se incrementan si sólo se tiene en cuenta para el sondeo a los ciudadanos de menor nivel de educación y menores recursos, dado que “tienen una percepción más amplificada de los problemas”. Por ejemplo, al 84% de ese grupo lo que más le preocupa son los robos en las casas en ausencia del dueño y los robos en la vía pública (81%). Aumenta, en relación con el porcentaje total, en relación con las patotas (77%) y con los delitos en el transporte (70%).

Datos a tener en cuenta: hubo baja cantidad de menciones sobre el problema de la indebida habilitación de seguridad en espacios públicos (25%), sobre todo después de lo ocurrido con el incendio en la disco Cromañón, que causó 194 muertes. Lo mismo ocurre con la conducción irresponsable de vehículos: pese a que este año aumentó la cantidad de accidentes y se declaró la emergencia vial, sólo el 52% de los entrevistados lo mencionó entre los problemas más preocupantes.

El estudio se realizó a partir de un cuestionario estructurado de diez minutos de duración. Los consultados debían reunir dos requisitos: vivir en la Ciudad de Buenos Aires y poseer domicilio porteño en sus documentos. El relevamiento de datos se realizó desde el 3 al 7 de abril en 12 diferentes puntos de la Ciudad. El diseño de la muestra utilizado fue el de cuotas. La distribución de las variables: sexo según el padrón electoral y la edad y el nivel educativo de acuerdo con el último censo de población.

“La mayoría de los ciudadanos de la Ciudad se sienten inseguros y están de acuerdo con incrementar la cantidad de policías siempre y cuando estén armados para imponerse al delito. Los barrios donde los encuestados se sienten más inseguros están cerca del conurbano bonaerense”, destacó en el estudio Julio César Balbi, de Espacio Plaza.

El 58 por ciento de los entrevistados considera que la creación de un nuevo cuerpo policial dependiente del Gobierno de la Ciudad, más allá de cuáles sean sus características y atribuciones, mejorará la seguridad. El 30 por ciento piensa que no cambiará nada, el 6 por ciento que la situación será peor y otro 6 por ciento no lo sabe. Para ellos, más policías es igual a más seguridad.

Los vecinos de Saavedra son los más temerosos

Lejos de amedrentarlos, la inseguridad los unió. Entre ellos se cuidan sus casas, se pasan, boca en boca, los consejos para prevenir robos y se reúnen con autoridades policiales para tratar de confeccionar un mapa del delito. Según el sondeo de Espacio Plaza, el 97 por ciento de los porteños consultados que viven en el barrio de Saavedra se sienten inseguros.

En ese contexto, los vecinos de Saavedra y Coghlan se agruparon en la red Alerta, los Vecinos Trabajando. “Nos unimos en 1997 por la ola de robos que afectó al barrio, pero los problemas siguen. Lo importante es estar atentos”, le dijo a PERFIL Silvio Dobrila, que integra el grupo.

“Se registraron muchos robos al voleo. Se han aprovechado de muchos jubilados que abren las puertas de sus casas para baldear a la mañana. No hay una esquina más peligrosa. Hay que cuidarse en todos lados”, afirmó Esther, quien no quiso dar su apellido “por cuestiones de seguridad”.

Al ser un barrio ubicado al lado de la General Paz, con salida rápida a la Panamericana, Saavedra es uno de los puntos más elegidos por los ladrones para huir hacia la provincia. Sus vecinos apoyaron el Plan Alerta para prevenir delitos.

Además, contaron que el último mes hubo dos asaltos a pocos metros de la esquina de Estomba y Tamborini, en el límite entre Saavedra y Coghlan. En uno de los casos, delincuentes desvalijaron un chalet. En el otro, esperaron agazapados en un arbusto y cuando el dueño de casa llegó en su auto lo interceptaron y entraron con él. Al final, huyeron sin lastimar a nadie.




jueves, 21 de junio de 2007

PUBLICADO EN COLUMNA DE OPINION DIARIO LA NACION 20/06/07

“Los títulos no dicen mucho”
por Julio César Balbi para La Nación


CIERTAMENTE, los títulos no dicen mucho acerca de los contenidos, y en algunas circunstancias hasta pueden estar vacíos de ellos. La deformación del lenguaje se nota en el habitual uso de interjecciones, de igual modo que la ausencia de proyectos suele transformarse en una sumatoria de consiganas políticas, cuya orientación resulta inaccesible para el vecino.

Reiteradamente hemos tratado y desarrollado temas temas que hacen a la vida en nuestra ciudad: transporte público, tránsito, seguridad, servicios domiciliarios, entre otros. Todos ellos, relacionados directamente con el gobierno nacional y en los cuales la ciudad tiene un nivel de autonomía acotado.

La promesas electorales, sin embargo, abordan estos problemas cotidianos como si fueran un simple sumario en el que el arte de voluntad las soluciones brotaran rápidamente y fuera de toda lógica.

No hemos escuchado debates en los cuales se comprometiera a la ciudadanía porteña a luchar para conquistar aquellas atribuciones que una ciudad autónoma debe tener. Tampoco vimos que quienes deben asumir la responsabilidad de gobernar definieran el rumbo que va a posibilitar sentar las bases de un pensamiento estratégico que excede los tiempos de un mandato y que pincela la ciudad que queremos para los próximos 30 años.

Ninguno de estos problemas encontrará solución sin autonomía real, y ésta resulta un reclamo estéril si no se ejerce con responsabilidad y madurez.

La inmediatez es funcional a la propuesta ligera. Las campañas sucias distraen la atención de un momento en el que el ciudadano debe optar por el que, según entiende, es el mejor proyecto. Parece tan carente de seriedad un lenguaje de marketing político en el que un candidato se fotografía con una nena que jamás podrá compartir con él una mesa común ni el mismo glamour como impulsar una consulta popular con la que se pretendió legitimar una policía contravencional para bajar los índices de inseguridad, en los cuales seguramente no podría incidir. Un tránsito colapsado, no se resuelven de un día para el otro. Tampoco el problema de seguridad, tan vinculado a las políticas sociales de inclusión como al combate contra la impunidad y al narcotráfico.

El concepto de orden no tiene connotaciones ideológicas. Todo sistema exige un orden determinado y para lograrlo es fundamental asimilar la notable importancia del Estado como articulador de intereses y garantía de las mayorías sociales.

La Ley Cafiero le puso un cepo a nuestra autonomía. Con su derogación –en caso de concretarse- será necesario un gobierno en el que la calidad institucional se muestre a la altura de esas circunstancias. En tanto, es positivo asumir que nuestra ciudad no es una isla dentro del contexto de la Nación y que la suerte que ésta corra no nos será ajena. Tampoco se puede planificar con seriedad concibiendo la ciudad como una isla. El gobierno de la Nación, el de la provincia de Buenos Aires y el de la ciudad tienen responsabilidades concurrentes en la región metropolitana, y los problemas a los que hacemos referencia sólo pueden ser resueltos desde una concepción regional.

Estas elecciones están lejos de ser sólo locales. La complejidad de esta metrólpoli así lo demuestra. Quizá por eso sea necesario insistir en que la autonomía no es una solución automática para los grandes problemas de nuestra ciudad. Es indispensable para que el Estado porteño pueda gobernar con plenitud, ero de la capacidad y el talento con que se gestiones dependerán las verdaderas soluciones. Por ello creemos que sigue ausente para los porteños el acceso a un debate de ideas en el que los compromisos que se asuman estén a la altura de la ciudad que soñamos.

Nuestra calidad de vida se juega en cada elección democrática. También nuestros derechos. Tratemos de recuperar la política, la verdadera esencia de ella, para colocarla en manos de hacedores, y no en las de simples administradores. Basta de títulos. Bueno sería algo de contenidos.

El autor es director del Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires y socio honorario de la agrupación Espacio Plaza